↑ «¡Te-ne-ri-fe, a la UEFA va! ↑ «El CD Tenerife, distinguido con el Trofeo Amberes de 1965». Club Deportivo Tenerife. Sin embargo en lo que al club onubense se refiere, estos lo llaman «Recreation Club» reiteradamente. Candidatos no le faltaron, pero quería demostrar que podía hacerse valer en un club como el Real Betis. El primer partido disputado en el nuevo estadio del Sevilla FC, el campo de Nervión, con motivo de su inauguración, fue contra el Real Betis Balompié, el 7 de octubre de 1928, y el equipo verdiblanco ganó por 1-2. Cuando se jugó el primer encuentro en competición oficial en el siguiente estadio, el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, «el equipo verdiblanco ganó por 4-2». Era la temporada 1958/59. En la siguiente temporada, el Sevilla FC ganaría con un 1-4 en Heliópolis. Arranca la segunda parte en el Estadio 974. México 0-0 Polonia. Se añaden 5 minutos en esta segunda parte.
Con motivo de la antropización del medio, en la mayor parte del término municipal predominan las especies vegetales nitrófilas, con la excepción de las que se dan en el entorno de los humedales costeros (Albufera y marjal de Rafalell y Vistabella) y de los cauces fluviales. Algunas especies de peces con presencia en el término municipal de Valencia son el fartet y el samarugo, especies endémicas de la Comunidad Valenciana, así como la anguila, el mújol y la lubina, de especial importancia económica. Estos son los testimonios más antiguos de la presencia humana en la comarca. Son unas playas de carácter urbano, que cuentan con un extenso paseo marítimo en el que hay numerosos y amplios locales, los cuales ocupan antiguas casas de baño, y ofrecen una amplia oferta de alojamiento y gastronomía local. Desde las playas de Pinedo, con el sector de la Casa Negra donde se practica el nudismo, hasta la playa del Perellonet o del Recatí y la gola del Perelló, hay más de 15 kilómetros de costa arenosa (protegida por dunas), las cuales constituyen una oferta de playas espaciosas, rodeadas por el parque natural de la Albufera. Tras la muerte del Cid, su esposa Jimena, convertida en señora de Valencia, camsieta real betis consiguió defender la ciudad con la ayuda de su yerno Ramón Berenguer III durante un tiempo.
Estas ondas de crecida inundaron la mayor parte de la capital valenciana, causando la muerte a más de 80 personas, además de cuantiosos daños materiales. Estos empresarios y trabajadores trasladaron parte de su cultura y aficiones a la zona, pero intentando integrarla en la sociedad onubense de la época. Ante la tardanza de las ayudas por parte del gobierno tras la riada, el alcalde Tomás Trénor Azcárraga se enfrentó a Francisco Franco, el cual le destituyó. Pese a esto, se conoce que Abd al-Rahman I (primer emir de Córdoba) ordenó destruir la ciudad, aunque varios años después Abd Allah al-Balansi, hijo de Abd al-Rahman I, ejerció una especie de gobierno autónomo sobre el área valenciana. El parque natural de la Albufera, de 21 120 ha, fue declarado como tal por la Generalidad Valenciana el 23 de julio de 1986, y desde el año 1990 está incluido en la Lista de zonas húmedas de importancia internacional para las aves establecida por razón del Convenio de Ramsar de 2 de febrero de 1971. Desde el año 1992 es zona LIC (Lugar de Importancia Comunitaria) y desde 1994 está incluido en las áreas ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). Aunque lo que hoy conocemos realmente como la huerta valenciana se desarrolló en la Edad Media, durante el periodo islámico.
Tras este periodo de abandono, la ciudad recuperó su población y comenzó a construir grandes obras de infraestructura, ya en el siglo I, lo cual propició que a mediados de siglo la ciudad viviera un periodo de gran crecimiento urbano. Por otra parte, en 1992 comenzaron las obras de un nuevo graderío (Gol) que pasaría a disponer de dos cuerpos, de manera que se igualó con la estructura de Tribuna, y si bien en un principio no disponía de butacas, tiempo después se añadieron. Sin embargo, con su comportamiento el alcalde logró su objetivo, ya que a partir de sus críticas se agilizaron las ayudas a la ciudad y comenzaron las obras del desvío del Turia. En esta época la urbe recibió durante unos siglos el nombre de Medina al-Turab, ciudad del barro o del polvo, por el estado de abandono en que se encontraba. Unos siglos después, coincidiendo con las primeras oleadas de pueblos germánicos y con el vacío de poder dejado por la administración imperial, la iglesia asumió las riendas de la ciudad y los edificios de culto cristiano fueron reemplazando los antiguos templos romanos. Los romanos introdujeron nuevos cultivos, como los cereales, el olivo y la vid; no obstante estos y por las condiciones propias del entorno no eran lo suficientemente productivos.