Esta competición luego sería renombrada y oficializada retroactivamente por la FIFA como Copa Confederaciones. Argentina comenzó una larga preparación para la Copa Mundial de 1978 que se alojaría en la tierra natal por primera vez, disputando varios partidos y torneos amistosos. Tras superar de forma invicta la primera ronda, la albiceleste derrotó por 3-2 a Honduras y se aseguró un lugar en la final frente a México. Durante esos años, Argentina jugó un total de 33 partidos.